lunes, 7 de febrero de 2011

Entrevista: Christiano

¿Quién es?
Christiano e un weon de esos po’, un bicho del underground Chileno, de los que se dedican neciamente a una producción incansable de historieta e humor, y de propagar la misma virulencia entre sus estudiantes. Director de la revista de humor político La Momia Roja, humorista de humor negro, cuenta entre sus publicaciones El ANTIPoeta Sanhueza, El Pato Lliro, y la revista de Rock/Historieta Rockanblus. Ha publicado en diarios y revistas de su país (Publimetro, El Mercurio, La Nación, The Clinic, La Calabaza del Diablo, Cuaderno), pero siempre está con un ojo en la producción independiente.
Entrevistada realizada el 1/21/2008

Me siento guionista, un guionista que puede dibujar…

Hay una intención también experimental del lado grafico en mi trabajo, pero no podría decir que soy un dibujante experimental, porque van a entender que soy un tipo snob, que hace una historieta muy difícil, no creo que se así.

Una cosa que prima en mi trabajo es que yo me siento guionista más que otra cosa. Creo que hay dibujantes que son más virtuosos, o tienen mucho más recursos de los que hoy puedo tener, ¡a pesar de que me he sorprendido viendo que he desarrollado recursos que antes no tenia! Ahora me salen más o menos fáciles como a conciencia, pero me interesa contar historias. No me podría quedar con que “esto es una cosa subjetiva, surrealista en que la interpretación es libre…”

Yo soy un tipo sobre todo optimista, a pesar de que puedo ser un tipo negro, y gente que lee mis historietas puede imaginar a un tipo realmente apocalíptico, pero e una weada de Apocalipsis que genera génesis po’ weon. Se da la vuelta y hay génesis de cosas. 

Hay una cosa de intención también, de concepto, que ha ido mejorando. Historietas de ahora que me gustan mucho más que las que leía de chico, porque podrían estar con un dibujo espectacular, pero con una historia zonza, que ahora las leo, y digo,  "con las cosas que yo me entretenía..."


¿Crees que el pasado forma a los narradores?

Es la materia prima, es fundamental, el pasado en todo sentido, no solo para los narradores. De tu acervo, de tu historia, todo tiene que ver con eso… que paso contigo, de donde vienes, cual es tu entorno. Es una cosa que marca profundamente el perfil de lo que tú eres como persona. Obviamente si tu eres un narrador, todo eso es material que se retrata ahí.

La constante evasiva del lado de la historieta (de la historieta en general, la que tiene un fin comercial) tiende a no ver eso. Independientemente que yo haya vivido una etapa de la historia, y este de acuerdo o no este de acuerdo, yo la viví. Y esa es mi parte, escribir lo otro, lo que no se vio, lo que no se escucho, ¿entendés?

Es importante que nosotros tomemos ese acervo, y podamos acercarnos, en la historieta en este caso. Por eso me gusto mucho lo que me mostraste de Jesús Cossio, lo de Rupay[1]. No me se ni el nombre, y me gusta muchísimo la historieta. Porque entra en la corriente, de lo siguiente de hizo Spiegelman con Maus, de Marjane Sartrapi con Persepolis, de contar que pasa con el entorno, insertarlo en un momento histórico del país que te toco vivir, y eso rescatarlo. Y a la vez, como de remate, hacer una buena historieta técnicamente hablando, narrativamente hablando.

Entonces cada vez me convenzo más que los caminos estos de adoptar una respuesta foránea ante todo, me parece que no va por ahí. Salvo gente que tiene realmente intenciones de meterse a un mercado que le va a dar para vivir, pero a mi, no me interesa. Tengo mi trabajo, y mi trabajo me ayuda a becarme para hacer otras cosas. Mal que mal igual hay que estar movido. Igual he podido darle una vuelta, ¿pero en el sentido comercial? Principalmente yo pienso que uno tiene que estar enamorado de lo que hace. Y no ser un tipo abúlico en eso, ¿cachai’? Bueno, uno puede ser un tipo abúlico también, pero puedo comprender que tú no compitas contigo mismo. Las competencias tienen que ver con tu arraigo, con tu historia personal. Como que por ahí va la cosa.

De repente cuando estoy haciendo trabajos de humor grafico, me puse a meterme en algunos sindicates gringos, y de repente me decían haz cosas que tengan que ver con el quehacer gringo, y me daba cuenta que me ponía a hacer cosas contra Chávez, contra Evo Morales, y agarraba muchísimo dinero, y no es que Chávez me vuelva loco, ¡pero el humor esta en el dibujo de opinión! Uno no puede divagar tanto gráficamente. No puedes ser el divagante si tienes una opinión política, una historia, sobre vivir en un barrio, que es Sudamérica. Uno tiene que ser consecuente con eso.

Aunque fuese en secreto, y no firmara nada mis trabajos, los chistes que hablan que los Latinoamericanos efectivamente son unos parias weon, y los auténticos seres humanos de este continente son los gringos, no se, ¡me parece que esta mal!, ¿me entendés? No creo que sea el camino.


Cuéntame de tu personaje, El ANTIPoeta Sanhueza
En el principio se publicaba en un diario, El Publimetro, entre el ’99-2001, que repartían en el metro. Al principio llegaban puras cartas en contra. Me echaron una vez, como al mes de la weada, yo deprimido po’, había llegado a un diario, una tira diaria, un orgullo po’, me sentía súper engreído, me echaron cagando como al mes. Y después, aparecieron cartas a favor, cuando me echaron, ¡no antes! ¡Pero yo no las escribí! (Risas). Uno de esos que las escribió fue el Gonzalo.

La cosa es que publicaron las cartas, entonces dije, bueno, ¡eso quiere decir que puedo volver! Estuve hasta el 2001, ¡y me echaron con todo! (Hubo una pequeña polémica entremedio).

La gente que leía tenia un poco que ver con la literatura, un poco con la gente que uno se mueve, había otros chistes al lado que eran más sencillos, y, después hicimos el libro.
 
¿Y la tira El Pato Lliro?

Eso era absolutamente marginal, siempre lo fue. Pero, cuando tuve el espacio de Sanhueza, unos especiales unos días, que no quería dibujar más, puse “Sanhueza presenta:” y puse Pato Lliro varias veces, como diez días.

Eso por ejemplo es muy marginal, pero encuentro gente que me dice que lo leía, que lo encontraron en su casa entonces, es una satisfacción de otra, no de los grandes medios, sino totalmente marginal. Sacamos como cinco libros. Serian como 150 páginas.

Eso fue a los fines de los años ’80. Hacíamos una revista en San Miguel, que era mi barrio, se llamaba Barrio Sur. Ahí salía el personaje. Después hicimos los especiales.

¿Como surgió la revista de humor político La Momia Roja?

La Momia Roja [La primera etapa, actualmente se edita una segunda etapa] fue una revista en papel que duro como cinco números, que salía como suplemento en otra revista, una revista de letras llamada La Calabaza del Diablo. Circulo varios años, y de ahí surgieron muchas plumas literarias, fue una escena desde la literatura.

Cartón de Alvaro Portales (Perú)


Nos hicimos amigos, y siempre estaba la instancia de hacer un suplemento de historieta, o grafico, y yo tenia la idea de hacer una revista de humor grafico. Contaba con colaboraciones de todos lados, Langer, Mariano Ramos (dibujante Argentino que trabaja acá), Leo Ríos, Rodrigo Salinas, ¡teníamos puro filete!

Duro cinco números porque se acabo La Calabaza del Diablo.

Después de eso me recomendaron hacer un Blog. Es gratis, yo no sabía mucho… Y lo hice. Le pedí colaboración a todo el mundo para hacerla diaria, para tirar un chiste. Yo no iba a dar abasto con eso, así que pedí colaboraciones a todos. Y empezamos diario, y luego se descuido un poco, pero en general siempre se esta actualizando.

Igual es una revista de humor político en cierta manera muy de la nueva escuela, tenia elementos muy agresivos gráficamente, pero era muy de la escuela clásico como revista de humor político.

¿Que se conoce como la época de oro de la historieta Chilena? ¿Cómo ha cambiado la cosa?
La época de oro en Chile fue hasta los ‘70s. Digo “época de Oro” porque había un mercado, muchos títulos que se vendían, había mucha gente viviendo de eso. Muchos dibujantes, guionistas—. Entonces, como que lograron hacer un mercado en Latinoamérica. Las revistas se vendían en toda Latinoamérica. Empezando con Condorito. Viene de antes, todo empieza en los ‘50s y dura hasta los ‘70s, hasta que llega Pinocho, hasta que llega Pinochet. ¡Inevitable poner el referente!

Después, ahí con Pinochet, hay unos atisbos de hacer cosas parecidas, pero como al principio, pero no prospera nada. Del ’73 hasta como el ’80,  80-y-tantos, hay como 10 años, matan la historieta. No hay nadie más capacitado para hacer historieta en ese minuto, porque no están las condiciones para hacerla.

Ese tipo de cosa que nos vendieron mucho en el tiempo que había mercado de historieta en Chile, que los personajes vivían todo el día del dibujo, eso ya no va más, salvo en casos especiales. El panorama cambio radicalmente, porque el mundo cambio, y porque la historieta cambio. Ya el mercado no existe. No creo que sea factible seguir pensando en la factura de historieta como se pensaba en los años 60s o 50s, ahora es otra cosa.

Háblame de ser profesor…
Es difícil también ser profesor, porque generalmente las condiciones no están dadas para una escuela, una carrera de ilustrador en la institución. Uno termina siendo el cómplice del sistema, al ser profesor de esos lugares. La única satisfacción que queda es tratar de ser lo más exigente y riguroso como profesor. Y en cierta manera lo más critico púe’, con la cosa política del dibujo. No que piensen como yo, ¡pero que se ubiquen en el lugar donde están!

Más que ellos adoptar el Manga, ellos se dan en adopción al Manga. ¡Es distinto el concepto!

De también dar opinión, pueden estar de acuerdo o no. Y, tratar de generar publicaciones, trabajos conjuntos, factorías de revistas, ¡eso es! Todos los talleres los terminamos con revistas, revistas que lamentablemente no tienen espacio como para ser explotadas comercialmente. Falta alguien que implemente esa parte.

Ahora por ejemplo están pasando cosas, estas tú por aquí, y no solo eso. También por ejemplo que dibujantes lleguen a otros medios. Como lo que pasa con el Guatón [Rodrigo Salinas], llego a la tele porque le gusta la tele, pero antes no había la atención. Lo consideran como guionista y el buen es gracioso. Uno que viene de la sepa de la grafica (también viene de la pintura) y pasa por todos lados, ¿cachai’?

Ahora [diciembre 2008] que hay esa exposición de Bellas Artes, siempre e creído que es necesario para el arte más bastarda, o, el arte “menor” como le decimos. Hay una intencionalidad de querer estar en las grandes ligas de las bellas artes, y yo pienso que cada cosa tiene su lugar. Por eso también se provoca como una especie de batalla campal de proyecto, que se tira entre la gente del mundo de bellas artes, quienes al denostar esta otra arte bastarda: la historieta, las tiras cómicas, el humor grafico, la ilustración, la respuesta de muchos de los colegas de este otro lado es igual de mala po’. “¡Esos weones, se creen artistas, los pintores culiaos!— ¡Yo me bato solo con la ilustración!” Eso también es una idiotez. ¿Porque perderse? Yo pienso que igual muchos dibujantes de historieta no pueden negar la influencia de la plástica en su obra. Estoy nombrando a Breccia, también desde el lado del grabado hay mucha influencia… las cosas de Carlos Hermosilla, que es un destacado grabador chileno, ¡un monstruo! Igual hay ahí una cosa narrativa.

No solo de Chile, sino también de otros lugares. Creo que es mejor tomárselo con calma, y seguir el chiste también. Ilustradores contra pintores, o la plástica frente a la gráfica, ignora que todo esta interconectado, y ahora más que nunca.

Y, además de  muchos géneros, y los establecidos, varían mucho las formas de hacer historieta, no es un canon de lo  que estamos hablando. Son muchas cosas…no hay que ser injustos. Todas las influencias son posibles, pero también esta la cosa de la búsqueda… igual creo en el arraigo: un algo quiere el lugar donde está, sin ser un nacionalista, ¿cachai’? Hay cosas que se dan aquí que tú las adoptas, o no las adoptas, en la grafica también se tiene que manifestar.

La Historieta en la actualidad:
Después resurgen  los ‘80 con gente joven, más joven que la otra generación, que habían leído a los otros de chicos, y retoman el quehacer, el hacer revistas de historieta. Ahí surge la cosa autoral, la cosa personal. El panorama es distinto pues, hay que hacer cosas distintas. Me parece bien.

Después de eso se abre completamente la cosa de la grafica, y empieza a haber gente que hacer superhéroes, Manga, ¡el espectro se hace enorme! Por una cuestión natural con los tiempos, ¿cachai’? Hay algunas cosas—yo que soy profe lo digo—se rompen unos paradigmas de los años ‘80s, como el que no habían mujeres en el cuento (no habían minas), aparecía una mina, y todos los weone, “¡híjole weeeeeeoooon!”, ¿me entendés?

En los ‘90s eso cambia, creo que mucho tiene que ver el Manga en eso. Hay que darle un crédito en Latinoamérica, que es que acerco a las mujeres.

Yo le doy mucho crédito al Manga de todas maneras, pero me pasa que con la gente que hace Manga en Latinoamérica, que creo que esta bien tener un referente, pero cuando es demasiado, muy metido en el canon sin salir de ahí, ni narrativamente, ni guionisticamente ni nada, no me parece bien. Tienen que soltar un poco. La mayoría gente que me ha gustado que hace Manga ha terminado haciendo otra cosa. Esta la influencia del Manga ahí, pero mezclan con otro lenguaje. Esa mezcla, ese mestizaje, esa bastardía es lo que me gusta de los géneros que no son nuestros, que no fueron hechos desde acá.

¡Yo creo que aquí hay un lenguaje gráfico que esta! Lo que pasa es que no esta en la cosa comercial como puede estar el Manga, y eso también crea mucha especulación en la gente joven.

El fenómeno de Manga es un fenómeno de mucha industria. Todo genera especulación. Desde los libreros, hasta todo lo que gira en torno a eso. Igual, mis estudiantes que les gusta deslumbrarse que puedan llegar al mercado Japonés. Como una aspiración comercial.

No conozco ningún caso de alguien que haya logrado publicar en Japón…
Conocí a un dibujante Coreano que estuvo en Chile haciendo unas charlas, y hablaba sobre que le mostraban dibujos, y a el le molestaba un poco, que dibujarán Manga. Porque no era su dibujo. Y que veía otras cosas, o más de acá o más neutros, más en búsqueda de algo, y eso le gustaba.

Decía que en Japón, hasta para ellos Coreanos, era muy difícil entrar al mercado Japonés. Y los japoneses podían mirar eso de un latinoamericano y podrían encontrarlo una cosas exótica. ¿Pero de que tuvieran posibilidades de entrar al mercado? El lo veía casi imposible. Por un montón de factores que priman en el asunto: ¡ellos van a privilegiar a sus artistas, y tienen muchos artistas buenos!

No así el mercado Gringo que hay más cosas, ¿cachai’?

¿Hay un desconecte entre la gente que vivió y sabe de la dictadura y los que no la vivieron?
Hay un choque generacional absoluto. Hay n antes y un después de eso, en los temas de interés también. Para los que vivieron, sigue siendo un tema, en general no lo quieren obviar…

Igual es un tema del cual en algún minuto hay que dejar de hablar, en la misma manera que se ha hablado. Es un tema delicado para la gente de mi generación.

Yo creo que de los ‘90s para delante, el tema pasa de eso. Con la llegada de la democracia… hay un ítem social en Chile que determina muchas cosas. Esa la división po’.

Hay un choque mío, que yo hago clase [de historieta] y no vivieron eso…

Pero también encuentro gente joven que me habla del tema, y que se informa, hay de todo, pero sigue siendo un tema…

También lo que pasa es que la gente que te dice que no les interesa el tema político, son los más políticos de todo. Difícil abstenerse.

Lo que pasa es que hay una cosa un poco obvia del humor político entendido como El Mal Humor, o como puede ser El Chamuco, o puede ser El Jueves; digo obvio no en un sentido peyorativo, sino de evidencia, de que hay una cosa de política evidente, humor político evidente en el sentido de que hablan de personajes que existen, salen retratados los personajes, se ríen de ciertas actitudes, hablan de instituciones puntuales, esa es una arista de lo que es la cosa política. Pero yo podría hacer un discurso político sin mencionar a ninguno de los personajes, y también tener la validez de que es una historieta o un dibujo político. Por eso yo hago el dibujo de opinión, siempre digo que soy un libre pensador que puede dibujar.

¿Que tipo de cosa se publica actualmente en Chile?
Yo creo que también antes estaba mucho más aislado, frente a Argentina y Brasil, pero ahora se abrió… Por eso mismo también en el lado historietistico, como que los argentinos son más autorales, porque tienen una cosa más europea también, Los porteños son súper europeos, ¿cachai’? o quieren serlo, no se. Pero tienen mucha cercanía. Y también se nota más en la cosa autoral. Ahora acá, siento que miran más (en general, no estoy hablando de que el panorama sea tan radical), pero hay más procuración por la cosa gringa, más cosa comercial, aunque hay gente que hace historieta de autor. Hay mucho de la cosa superheroica, mucha gente que trabaja para estados unidos…

¿Que te parece el uso del humor absurdo en las nuevas publicaciones chilenas?
Yo creo que Cartoon Network es una influencia fuerte en alguna gente de acá. Entre los animadores de Valparaiso, en Marko [Torres], en Renzo, siento que hay una influencia fuerte, pero tampoco es una mala influencia, ¿cachai’? Y aparte como que tienen el grotesco medio chileno, y mezclado con ese otro grotesco, queda como siempre bien. Hay una cosa medio al chancho, un poco brutal.

Igual creo que hay cosas que se podrían dar una vuelta, y narrativamente jugar un poco más también. La influencia de Cartoon Network no es mala, pero también puede ser demasiado eso también.


¿Como ves que esta cambiando el panorama de este medio? ¿Tu para donde apuntas con tu trabajo?
El Internet ayuda a muchas cosas de la difusión, que hace 10-15 años no tenias, ahora te pueden conocer en Latinoamérica, puedo enterarme que esta pasando en Bolivia, porque hay un Blog especializado, o que esta pasando con los Argentinos ahora, y como que se salta esta terrible empresa de hacer un Fanzine y hacerlo muchas veces mal impreso, no una calidad técnica buena, pero con ganas y más encima sin tener que caminar demasiado, lo que decía Accorsi la otra vez, el ya no recomendaba hacer Fanzines porque los Blog venían a cubrir eso. Pero yo siempre creo que trabajar algo que al final sale en papel es otra cosa.

Ahora a lo que yo encuentro razón es que hacer un Fanzine con fotocopias como se hacia en los 80s me parece que es demasiado el esfuerzo para recogerlo tan mal impreso. El esfuerzo de mucha gente que queda traducido en una cosa mal impresa que no se deja leer. Ya esta facilitado para que aunque sea una publicación digital, venga impresa y se pueda leer. Eso es importante.

A mi como preferencia me gusta que exista la materialidad de la revista y el libro, pero también hay que agradecerle a los medios electrónicos que tu trabajo lo conocer gente… no se po’, por ahí miraste cualquier blog de México o EEUU, y te enteraste que hay un tipo que esta haciendo estas cosas. Te puede gustar o no gustar pero ahí esta su trabajo.

De todas maneras, pesa la producción, sin que lo impreso vaya a significar un ingreso demasiado grande, o que dependa de ese impreso la existencia de la revista, sino que principalmente es porque es un objeto de arte. Esa es la diferencia. Tiene que haber algún objeto que se traduzca en la materialidad de lo que estas trabajando. Por eso existe una Rocknamblus, un Mal Humor, entre otras revistas. Podemos pensar que los estudios de mercado dirían que no, no tiene ninguna lógica si lo vemos así; también hay una censura económica, que el que publicita contigo hace existir la revista, ¿entendés? ¿Qué es lo que yo voy a hacer? ¿Cuál es mi discurso? ¿Cuál es la verdad que yo quiero contar? ¿Esa verdad es coherente con que publicite en mi revista Coca Cola? Por eso yo soy evasivo con respecto a las revistas que son financiadas por el estado. Ninguna de las revistas que yo he hecho ha sido financiada por el estado. Yo no he postulado nunca. He podido estar de invitado en revistas que han postulado, pero yo no he hecho esos tramites, me han llamado y me han pagado como dibujante, como guionista.

Es bueno también sopesar un poco (sin que sea lo principal), cual es la incidencia comercial que podrá tener tu revista, aunque sea minima.

Ahora estoy haciendo cosas que me gustan, tengo mi blog; pienso que de repente abordo temas que son interesantes, que tienen que ver con el arraigo, de rescatar figuras de artistas, de rescatar la otra historia. Como Oski. Aunque Oski dentro de todo es un artista reconocido, que en vida pudo usufructuar un poco de su prestigio. Tuvo mucho trabajo. Pero hay otros más. Por ejemplo tengo algunos planes de hablar sobre un arquitecto chileno, que diseñó muchos de los edificios clásicos de Santiago, y en el cerro San Cristóbal, este Sr. Kulchewsky era todo un personaje. Me llamo mucho la atención por ser un personaje así, y tengan que ver con el arraigo.

En la cosa de la Rocknamblus,  no hemos salido a kioscos, pero estamos en librerías y me he llevado la sorpresa que de los tres números, la venta por mano, que yo ande trayendo y me pregunte gente “¿Dónde esta tu revista?” y yo les diga que yo la tengo, yo la vendo me ha llevado a sorpresas. Y de repente cuando llega el momento de juntar el dinero colectado, ¡tengo varias lucas! No podría decir que es un sistema de ventas planificado ni nada, pero si existiera esa posibilidad de que nosotros mismos fuéramos los distribuidores—yo soy igual un tipo sui generis que esta en muchos lugares—también me muevo, me relación, entonces tengo esa posibilidad, no podría hacerlo alguien que trabaje de oficina. Pero existe la instancia de que esa revista se distribuye, creo que hay una cierta obligación de eso.

Yo creo que me queda cuerda para seguir dibujando. Yo pienso que ahora hay un momento bueno, están pasando cosas, son oleadas que hemos visto muchas veces. Lo que me llama la atención es que ¡ahora las oleadas duran todo el año! Hay actividades todo el año.
                                   
¿Y cómo te metiste a hacer guión?
De videos, de cortos, para televisión, soy guionista de programas piloto— ¡me especialice! (Risas).

Ahora ultimo hice uno para Iván Cornejo, Yo No Soy Tu, esta dibujando en Rocknamblus; para un proyecto de Informe Meteoro,  y elegí Iván Lomsacov, y me gusto mucho verla.

¿Que implica tu trabajo como Guionista?
Primero que nada, siendo claro, decirles a los dibujantes que cosa les gusta, y en base a eso, contar con las cosas que yo quiero hablar, y hacer una historia.

Obviamente, hay gente con la que no trabajaría jamás. A un weon demasiado facho no le voy a hacer una historieta po’ weon. O de un catolicismo demasiado fundamentalista, ¡no tendríamos nada que hablar!

A mi me gustaría seguir escribiendo cosas para que sean dibujadas por otra gente. La experiencia que fue trabajar con Informe Meteoro, con dibujos de un alumno mío, como que viene a sentar un cierto precedente de cosas que se pueden hacer. Sin dejar de ser yo, podría trabajar con otros dibujantes que tienen recursos distintos a los míos, y trabajar adaptado a los recursos que ellos tiene, ¿cachais?

Por ejemplo—aquí estoy tirando la carne a la parrilla como dicen—yo creo que a Juan Vásquez le podría hacer un buen guión. Hablando en el contexto chileno. A cualquiera de los de Mitos y Leyendas yo les haría guiones.

Otra gente que también creo que son buenos guionistas, también me gustaría apoyarles en un guión.

Una última pregunta, pa donde va la weada po’ ¿que otras cosas ves que aparecen en el panorama internacional?
Yo siento que hay mucha grafica ahora. Bolivia es un paradigma— ¡una sorpresa! No pensaba que en Bolivia podría generarse un movimiento con gente tan buena. No es que no creyera en ellos, sino que nunca lo tenían parado. Argentina—ahí estaba el paradigma. Pero ahora siento que por el lado autoral, por el lado experimental, los bolivianos han ganado, ¡o están como casi igual! Ahora Perú también… y en Chile están pasando muchas cosas… ¡no alcanzo a conocer todo lo de Chile!
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Conozca la video entrevista de Metiendo Ruido hecha en Comiconce 2011, AQUI.


[1]Disponible en la Librería Contracultura (Lima, PERÚ) y en España.

1 comentario:

  1. Christiano es un pilar del cómic chileno contemporáneo, su trabajo es un paradigma de perseverancia e independencia… sus dibujos son extraordinarios, sus guiones brillantes… y más encima “nos cagamos de la risa po` hueón”.

    Un abrazo a Christiano y muchas gracias por esta interesante entrevista.

    Jorge Pato Toro

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