¿Quién es? Activista, monera y luchadora por el librepensamiento y los derechos de las mujeres, Cintia Bolio participa en la revista de humor político El Chamuco, en la revista Dfensor (CDHDF), y publica su trabajo en sitios web como Cartónclub. Representa a México en el movimiento internacional Cartooning for Peace/Dessins pour la Paix. Su estilo alternativo y de exploración plástica nutren un trabajo fundamentalmente accesible y didáctico, con una fuerte preocupación social.
A mí desde niña me encantó dibujar… Tenía una buena colección en casa (Ásterix, La Garrapata, libros del maestro Rius, Quino, etc.) a la que con el tiempo se añadieron otros impresos humorísiticos como las Histerietas . Cuando chava hacía historietas, retratas a la familia, o haces tus crónicas todo personal, muy familiar y con todos los materiales que tienes al alcance, hasta que llega un momento en que piensas que sería bueno dedicarte a esto. Mi marido Juan Infante, me impulsó bastante. Los dos trabajábamos haciendo ilustración y producción museográfica para la UNAM, y él me dio la confianza para iniciar mi vida en los medios, creyó en mi talento y hasta el día de hoy junto con nuestro hijo y familia cuento con su entusiasmo, crítica y apoyo.
Como seguidora de la escuela de Rius, llevé mis primeros trabajos a la revista El Chamuco, poco después sacaron la convocatoria para Moneras y gané lugar en la revista. Publiqué ahí del '96-2000, año en que cerraron la revista al ganar Fox la elección presidencial.
He publicado en distintos periódicos desde entonces:
2000-2006 en suplementos de La Jornada: Masiosare, La Triple Jornada, La Jornada en la Economía, La Jornada Semanal. 2001 en el Unomásuno, publicando cartón editorial. 2001-2004 en Milenio diario y Milenio diario de Monterrey, haciendo una tira semanal, una historieta a plana entera una o dos veces al mes, en este espacio inicié Puras Evas. 2007, cartón editorial para El Centro. 2008, cartón para el SDP, único periódico al que he renunciado, por cierto.
He participado también en múltiples revistas mexicanas y extranjeras. Desde el 2007 publico en la segunda época de El Chamuco, y ocasionalmente soy invitada a Fórum y Zócalo.
Tu trabajo a menudo retrata temas de justicia y de mujeres, y a la vez eres una mujer en un medio con muchos hombres, ¿cómo es eso?
Los temas son naturales: somos pocas las mujeres. Seamos historietistas o Cartonistas, nos ocupamos del tema precisamente porque no se tocan mucho. Siempre con la intención de difundir los problemas de la mujer, las necesidades de las mujeres, las circunstancias de las mujeres…la injusticia que siempre pesa más en contra nuestra.
Algunos de nuestros temas son realmente difíciles. A mí me cuesta mucho trabajo tratar los feminicidios, especialmente. Yo hago cosas que a veces son más trágicas, o más serias. El feminicidio que está sucediendo impunemente también en el Estado de México y es más numeroso, no es como una cacería, pero igual es violencia contra la mujer. Dada la impunidad, lo hacen muchos. Y no se investiga, y no pasa nada. Pero no sólo por violencia feminicida perdemos a muchas mujeres, también por abortos clandestinos, por insuficiente atención médica, por insuficiencia alimentaria, en fin.
Tenemos muchos temas que deseo poner en la mesa a través de mi trabajo que tienen que ver con la injusticia y la vulneración de nuestros derechos. Eso por lo que me preguntabas de los temas de las mujeres: ¡hay que hacerlos visibles!
Casi siempre nosotras somos retratadas en la historieta o la caricatura como apéndices, o como objetos sexuales, o simplemente como la burla. Ahí está como ejemplo el fenómeno de los “sensacionales” de fraileros, etc. y todo esto.
En cuanto al gremio, si hay discriminación, pero yo nunca pensé que era un gremio de hombres, sino igual y me da miedo y no me aviento. Yo jamás he visto a la caricatura o a la historieta como “trabajo de hombres”, yo lo vivo como una actividad que se dio natural en mí. Es mi vocación.
Yo llevo 14 años publicando. A mí me sorprende mucho la resistencia que he encontrado, porque es un gremio de artistas: debe de haber sensibilidad, inteligencia y talento. Entonces, sí me sorprende que hay compañeros, que sin conocerme, me tratan mal en los encuentros. Hay mucha discriminación, y no es exclusiva de este gremio, sucede en los distintos gremios en donde la mayoría son hombres.
Si hay una resistencia, se ha creado entre ellos una imagen errónea mía. De que soy ultra feminista. Mentira. Yo no creo en la superioridad de los hombres, pero tampoco en la de las mujeres -esto no es feminismo, es hembrismo-, yo hablo de equidad a través de mi obra. Me preocupa mucho el machismo femenino que entre mujeres es muy común. El sabotaje que viene de las mujeres e impide en mucho nuestro avance.
Yo tengo un hijo varón. La vida me enseñó: la vida me obsequio un hijo. Y cuando nació y vi que era varón, dije “no, yo vivo equivocada” y aprendí. Crecí en ese aspecto. ¿Cómo voy a pensar yo que mi hijo tiene la
culpa de lo que nos pasa a las mujeres?, ¿sólo porque nació varón, ya tiene culpa? No.
Nos inculcan, nos condicionan, a hombres y mujeres a seguir ciertos roles en la vida, a ser prejuiciosos/as, homófobos/as, etc. Yo trato de abordar estos temas, también para las mujeres, para que lo reflexione mi género. La culpa no es de todos los hombres ni todas las mujeres, es una responsabilidad general, porque somos una sociedad inconsciente. No queremos analizar y pensar.
Entonces también por eso hago el trabajo muy didáctico, para hombres y para mujeres, la intención es difundir todo ese conocimiento incómodo que no veremos en la tele o en la educación del estado. A mí me preocupa mi hijo, quiero que él viva una sociedad mejor, y que también vea estas cosas.
Noto que manejas temática del medio ambiente y cosas por el estilo, ¿porque esa preocupación?
Trabajos realizado en conjunto con Greenpeace en contra de los Transgénicos. |
Greenpeace invitó a caricaturistas de El Chamuco a apoyar su campaña sobre maíz transgénico, participamos con cartones a gran formato y es con ellas que yo conocí el gran problema que significa la llegada de maíz transgénico a México, amenazando la cuna y a nuestro cultivo mismo. En ese entonces estaban muy próximos a aprobar el cultivo transgénico, y sí lo aprobaron. Aprobaron el cultivo en alrededor de 13 campos experimentales, que de por sí ya lo estaban haciendo por debajo del agua, y contaminando ciertas zonas. Desde entonces he seguido estos temas, haciendo historietas y cartones. Y con cierta frecuencia me siguen invitando y continúo donando caricaturas para diversas campañas de Greenpeace.
Ahora me ha invitado OXFAM a ser parte de su campaña contra el cambio climático, rumbo a Copenhague; estoy dibujando una serie que he llamado Anticlimático. También es un tema que no podemos eludir pues nuestro país ya está viviendo la afectación, lo vimos con las inundaciones en Tabasco y Chiapas, como ejemplo.
Ahora me ha invitado OXFAM a ser parte de su campaña contra el cambio climático, rumbo a Copenhague; estoy dibujando una serie que he llamado Anticlimático. También es un tema que no podemos eludir pues nuestro país ya está viviendo la afectación, lo vimos con las inundaciones en Tabasco y Chiapas, como ejemplo.
La serie Anticlimático también fue publicada en La Jornada del Campo.
¿Tienes un manejo lirico poético o casi musical, escribes poesía o de donde tomas eso?
Me gusta mucho escribir desde chava. Me gusta mucho la poesía. Pero, llegar a esas exquisiteces de escribir poesía, no puedo. A veces me dicen que quedan muy poéticos los trabajos, pero no llego a tal.
Precisamente cuando me enfrento a la hoja en blanco, siempre estoy batallando mucho más con la idea, con lo que transmito, que con el dibujo en sí. Claro que con mis monos hago lo mejor que puedo.
¿De qué consiste tu búsqueda con el color?
Me gustan las atmósferas en negro, los fondos negros, las personas suelo dibujarlas con el pelo negro. Empecé a hacer trabajos a color con la acuarela. Llegó una carta muy cotorra a El Chamuco que decía “que padre que hayas sacado unos verdes, que chidos verdes, porque ya chale de rojo, blanco y negro.” Me gusta mucho esa combinación porque se me hace grafiquísima, muy Picassiana y bueno, a mi me encanta lo gráfico. Yo quisiera hacer cosas más sintéticas, y de un diseño impactante.
Después de 14 años de usar la plumilla, coloreando con acuarela, ahora he cambiado al acrílico. Estoy muy contenta con su textura y también he experimentado con nuevas formas al usar exclusivamente pinceles y hacer uso del collage. De vez en cuando regreso a la plumilla y la tinta, pero sigo con mi experimentación con el acrílico.
La calidad es la calidad, el trabajo es bueno o malo, uses una piedra y un cincel, una plumilla o una computadora, creo que no hay debate en esto ni creo que una técnica sea mejor que otra.
Cintia Bolio colabora para la revista El Chamuco (2a temporada) desde sus inicios. |
¿Algún mensaje de esperanza para el futuro, que parece va estar muy grueso?
Hay que echarle ganas. No podemos rendirnos. Yo le tiro mucho al pesimismo, pero la verdad es que hay que buscar la otra parte. Siempre pienso que mi parte pesimista me da los temas, y mi parte optimista los dibuja.
No podemos negar la realidad, ahí está, pero hay que proponer, buscar otros caminos. A mí no me verás nunca diciéndole a la gente, agárrate un arma, y vete a la sierra. Eso se me hace súper irresponsable. Al contrario. Más bien, todos y todas relax, la solución es la educación, y por ahí hay que darle. Es el trabajo de la caricatura: ofrecer una reflexión a través del humor.
Es un trabajo de hormiga que nos va a llevar mucho tiempo, pero sí se puede hacer: si nos organizáramos como sociedad si se podría.
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