Este domingo se conmemoraron los 100 años de la muerte del mayor grabador de la historia de México, el
maestro Guadalupe Posada (1851-1913). A través de toda la ciudad de México,
aparecen exposiciones que exhiben los trabajos de este cronista de lo popular, quien
ilustro en su vida desde cajitas de cerillos hasta la nota roja de la época.
Formado
como ilustrador bajo la tutela de José Trinidad Pedroza, redactor de El Jicote de León, Guanajuato, Posada pronto
se vio compelido por la necesidad económica a diversificar su trabajo y dio así
rienda suelta a un estilo propio, realizando marcas, estampas religiosas y
caricatura política para diversos medios. En 1887 se trasladó a la ciudad de México,
donde realizo trabajos para La Patria
Ilustrada, La Revista de México,
y la Gaceta Callejera, Argos, La Patria, El Ahuizote y El Hijo del Ahuizote y El Fandango, entre otros medios.
Felizmente, su trabajo se puede apreciar por
toda la ciudad, con exhibiciones en EL MUSEO NACIONAL DE ARTE (15 de Marzo-16 de
Junio) y en EL MUSEO DEL ESTANQUILLO.
Además de
que se pueden apreciar varias gigantografías del artista en las REJAS DE CHAPULTEPTEC
(Febrero-Abril 2013), además de varios artistas invitados internacionales que
homenajean a Posada, por toda la avenida Reforma, incluyendo el trabajo de un
gran amigo, historietista y grabador: Marco Tóxico, de Bolivia.
A pesar de
haber influenciado notablemente a artistas plásticos mexicanos de toda índole,
su seguidor indiscutible en la tradición del grabado seria Leopoldo Méndez,
fundador del Taller de la Gráfica popular, quien se destacó por sus trabajos en
xilograbado.
LECTURA ADICIONAL:
Quizas el mejor libro para conocer más a fondo a Posada, sín el verniz de el discurso revolucionario que se le agrego postmortem sería POSADA: MITO Y MITOTE La Caricatura Política de José Guadalupe Posada y Manuel Alfonso Manilla, realizado por Rafael Barajas "El Fisgón".
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