Mi
visita reciente a Cochas Grande y Cochas Chico ha resultado sumamente bienaventurada,
habiéndome encontrado nuevas historias de los mates burilados y profundizado más
en mi investigación sobre los antecedentes de esta tradición. Una parte de este
trabajo espero presentarlo en video en Buenos Aires, para Viñetas Serias 2012
en septiembre de este año.
Escuchando cuentos con Leoncio Veli. |
Con la
ayuda invaluable del amigo Gianfranco de Huancayo, he podido reunirme con
varios de los artistas que participaron en esta publicación, incluyendo su
portadista Emilio Mantari Mallqui y el pintor Josué Sánchez.
Mallqui, egresado de Bellas Artes, trabajo un tiempo los mates burilados y la platería
para después dedicarse de lleno a la ilustración y la pintura. Sus
ilustraciones muestran a un campesino Wanka orgulloso, alegre, heredero de una tradición
agricultora milenaria. Quizás uno de los grandes aportes en general de la
revista era apreciar y destacar el conocimiento local de los campesinos
andinos, para que recuperasen su soberanía alimenticia, el uso de conocimiento
local sobre pesticidas importadas, y vivieran cada vez mejor. Curiosamente esta
publicación también llego hasta México, ya que en las cartas de lectores
aparece el CELAC de Michoacán.
Del
maestro Josué Sánchez me impacto particularmente su apreciación de la necesidad
de entender la cadencia andina, ligada a la producción agrícola y a la vida en
la sierra, que a su vez condiciona la producción de mates de calidad, y en su
caso particular, de sus pinturas. En base a su recomendación visitamos al
convento de Ocopa, una antigua misión franciscana donde el realizo un mural de
400m cuadrados. En él se narran los primeros esfuerzos de convertir a los indígenas
de la selva, así como las prácticas tradicionales de estos. El color y la alegría
de los personajes representados contrastan fuertemente con la oscuridad y la
sangre que caracteriza la iconografía del resto de la misión. Sera por la
importancia de la digestión que semejante mural está en el comedor digo yo.
Un detalle del Mural de Ocopa, por Josué Sánchez. |
Para
conocer mejor el entorno que los buriladores plasman en su trabajo, subimos al
Huaytapallana, donde llamas, alpacas y pedidos al cerro complementan la belleza
natural del lugar.
Excelente trabajo, Juan!
ResponderEliminarUna gran foto la que te sacaste frente al imponente nevado del Huaytapallana. Me dio mucho gusto conocerlos, suerte en lo que queda del viaje. Un abrazo Juan y espero podamos encontrarnos una vez mas.
ResponderEliminarGracias x el apoyo a ambos. Increiblemente pude conocer en mi ultimo dia en Cochas a la Dra. Maruja Salas, autora del mejor libro sobre mates burilados que conozco. No hubiese sido posible sin apoyo de amigos queridos.
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